Reflexiones

¿Lo social ya no está de moda en Europa?

06/10/2025 Paloma Tarazona

Reflexiones personales desde la Semana Europea de la Economía Social

Lo social no está de moda en Europa

A mediados del mes de septiembre acompañé al consejo rector de FEVECTA a la Semana Europea de la Economía Social en Murcia. La experiencia fue, para mí, tan enriquecedora como inquietante. Nada más llegar, en los pasillos y entre conversaciones informales, escuché la frase que parecía querer sentenciar el tono de toda la jornada: “Lo social ya no está de moda en Europa”. Esta afirmación, lejos de ser anecdótica, reflejaba el ambiente que se respiraba en la conferencia: un clima entre ominoso y lúgubre, marcado por la preocupación y la incertidumbre sobre el futuro de las políticas sociales en la Unión Europea.

 

La razón de fondo era clara y se comentaba en voz baja entre los asistentes: la presentación del nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) de la UE pone de manifiesto que las nuevas prioridades de la Unión se alejan de las necesidades sociales hasta el punto de que, según se comentaba, en las negociaciones se llegó incluso a plantear la supresión del Fondo Social Europeo. Una posibilidad impensable en otros tiempos. Pero el mero hecho de que se haya puesto sobre la mesa es un síntoma de que los tiempos han cambiado y toca reposicionar la economía social y el cooperativismo en las políticas europeas.

 

 

El PAES, en su ecuador: revisión y retos

 

En este contexto, la revisión intermedia del Plan de Acción Europeo para la Economía Social (PAES) cobró especial relevancia en la conferencia. El PAES, lanzado por la Comisión Europea en 2021, es la hoja de ruta que debe guiar el impulso y consolidación de la economía social en la Unión hasta 2030. Ahora, en 2025, alcanzamos su ecuador y la Comisión ha iniciado un proceso de revisión para evaluar el impacto y los avances logrados hasta la fecha. Los resultados preliminares de esta revisión fueron uno de los temas centrales debatidos en Murcia.

 

Los ponentes insistían en el mensaje de que el PAES ha supuesto un avance importante, pero advertían que su implementación se enfrenta a obstáculos significativos. Entre ellos, destaca la dificultad de acceso a la financiación europea por parte de muchas entidades de la economía social, debido a la complejidad de los procesos y a la falta de adaptación de los instrumentos financieros a la realidad del sector. Se respiraba un consenso entre los representantes del Parlamento Europeo presentes y las entidades del sector en torno a simplificar y facilitar el acceso a los fondos para las empresas y entidades de economía social. Se insistió en que la financiación debe ser accesible y ajustada a las características propias de las entidades de la economía social, que a menudo quedan fuera de los grandes programas europeos por no encajar en los requisitos estándar.

 

Además, se subrayó la importancia de que herramientas como la contratación pública y las ayudas de Estado se utilicen de manera estratégica para empoderar y fortalecer el ecosistema de la economía social. Me quedé con la impresión de que quizás veamos reglas “de mínimis” especiales para las cooperativas y otras empresas de economía social en los próximos años. También es posible que escuchemos llamamientos de la Comisión y el Parlamento Europeo en favor de facilitar el acceso a la contratación pública de las empresas de economía social a través del uso de cláusulas sociales específicas.

 

 

El giro de las prioridades europeas: el nuevo MFP

 

Pero si hubo un tema que sobrevoló todas las intervenciones y conversaciones, fue el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) para los años 2028 a 2034, presentado por la Comisión Europea el 16 de julio de 2025. Este nuevo marco presupuestario supone un giro profundo en las prioridades de la Unión Europea, adaptando la estructura y la asignación de recursos a los desafíos emergentes en Europa y en el mundo. Una parte sustancial de este presupuesto está orientada a apuntalar los esfuerzos diplomáticos de la Unión Europea para posicionarse como un actor clave en el nuevo orden mundial, reforzando su papel en la escena internacional. Además, el MFP dedica una proporción significativa de los recursos a la defensa y al control de las fronteras, reflejando la creciente preocupación por la seguridad y la estabilidad en el contexto global actual.

 

En el ámbito social, los aspectos más destacados de este nuevo marco son la promoción del acceso a la vivienda y la generación de empleos de calidad, dos prioridades que buscan responder a las demandas ciudadanas más urgentes en la Unión y a las que el cooperativismo de vivienda y de trabajo valenciano podemos aportar.

 

Me llamó especialmente la atención el renovado interés por apoyar las industrias creativas y la libertad de prensa a través del lanzamiento del nuevo programa AgoraEU, que pretende fortalecer el pluralismo, la innovación cultural y la independencia de los medios de comunicación. Otro ámbito en el que el cooperativismo valenciano puede jugar un papel de primer orden a través de nuestra amplia comunidad de industrias creativas y culturales.

 

 

Fondos europeos: intocables y complementarios

 

Los panelistas defendían con firmeza que fondos clave como el Fondo de Cohesión y el Fondo Social Europeo deben ser considerados “intocables”. En particular, el Fondo Social Europeo fue destacado como una herramienta fundamental para el trabajo de la economía social. Los ponentes lanzaron repetidamente el mensaje de que mantener y reforzar este fondo es imprescindible para garantizar la continuidad y el impacto de las políticas de economía social en toda la Unión Europea. Declaraciones que, sorprendentemente, parecen necesarias, a juzgar por el devenir de los acontecimientos recientes. No obstante, también se señaló la necesidad de fondos complementarios que permitan continuar la hoja de ruta marcada por el PAES, puesto que la economía social necesita recursos específicos para consolidar los avances logrados y continuar avanzando.

 

Es evidente que en los próximos años veremos cómo una parte importante de los recursos europeos se destina a reforzar la defensa, la diplomacia y el control de fronteras. Es un cambio de ciclo que no podemos ignorar. Sin embargo, no todo es negativo. Las nuevas prioridades de la Unión Europea también abren oportunidades en ámbitos donde el cooperativismo y la economía social tienen mucho que aportar: la generación de empleo de calidad, el acceso a la vivienda, el refuerzo de la identidad y la democracia europeas. Y el avance del PAES nos puede dejar mejores condiciones para el acceso a financiación y contratación pública.

 

Como sector, tendremos que adaptarnos a los nuevos tiempos, haciendo lo que siempre hemos hecho mejor: ponernos al servicio de la economía y la sociedad europeas para contribuir a la construcción de una sociedad más próspera, justa y equitativa. El reto es grande, pero también lo es nuestra capacidad de innovar y de responder a las necesidades reales de las personas. Ahora más que nunca, el cooperativismo debe reivindicar su papel y demostrar que lo social sigue siendo imprescindible para el futuro de Europa.

 

 

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Paloma Tarazona

Paloma Tarazona

Soy la directora de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA). Licenciada en Derecho y Máster en Dirección de Empresas, llevo 25 años trabajando en el ámbito del Cooperativismo y la Economía Social.

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