Emprender

El peor error que cometemos al emprender

16/01/2017 Pepe Albors

Errar es de humanos

Cuando asesoro o doy charlas a personas que quieren emprender un negocio normalmente les digo que la fuerza más poderosa para emprender es la pasión, que hay que estar enamorados del proyecto y que tienen que creer firmemente en él, y añado que nadie les diga lo que tienen que hacer o lo que no pueden o deben hacer.


La verdad es que creo firmemente en lo expuesto, ya que si no ponemos pasión en lo que hacemos será difícil obtener los resultados esperados. La pasión es la que nos da la motivación para llevar a cabo las cosas.

Todo este discurso lo adorno con historias como la del millonario excéntrico que tenía una piscina llena de caimanes y que en el transcurso de una fiesta en su mansión ofrece su yate y jet privados a la persona que se lance a la piscina y logre atravesarla. Evidentemente nadie lo hace, pero de repente se oye el ruido de un chapuzón y todo el mundo se queda mirando cómo un joven lucha denodadamente contra los caimanes, intentando atravesar la piscina. Tras unos minutos angustiosos, el joven logra salir de la piscina ensangrentado pero vivo. El millonario, emocionado, le dice que es la persona más valiente que jamás ha conocido y que como ha prometido le dará lo prometido. El joven dice que él ya tiene una pequeña barca, a lo que el millonario responde insistente que le dará su jet privado. Pero, el joven dice que a él no le gusta volar. El millonario, perplejo, le pregunta:
  - ¿Entonces qué es lo que usted quiere?
Y el joven le responde:
  - ¡¡Lo que quiero es saber es quién ha sido el hijo de la gran … que me ha empujado a la piscina!!.

 

Evidentemente, después de contar esta historia la gente ríe y yo les digo que esto es un chiste, pero la moraleja es que las personas no sabemos de lo que somos capaces de hacer hasta que no nos vemos en situaciones límite, y que somos capaces de conseguir lo que nos proponemos si tenemos una actitud positiva y pasión por lo que hacemos.


Pero en esta vida todo tiene su cara y su cruz y el refranero español, que es muy rico, tiene refranes para una situación y la contraria. Por ejemplo:


A quien madruga Dios le ayuda” o “No por mucho madrugar amanece más temprano”.


Pues bien, el mundo empresarial no es ajeno a esta circunstancia. Para emprender hay que tener pasión y enamorase de la idea, aunque un exceso de pasión y enamoramiento, puede ser también en ocasiones el principio del fin del emprendimiento.


Todo este preámbulo es para hablaros de lo que se conoce como “La falacia del costo hundido”, uno de los peores errores que podemos cometer las personas cuando emprendemos un nuevo negocio o “intraemprendemos” en nuestra empresa. He visto muchos casos de personas que se han dejado llevar por la pasión al iniciar un proyecto cooperativo y esto ha sido el germen de su fracaso emprendedor.

En el mundo empresarial se llama costo hundido a aquellos costes que ya se han realizado y que no vamos a recuperar si dejamos la actividad

Cuando ponemos en marcha un proyecto nos enamoramos de la idea y somos capaces de trabajar horas y horas sin descanso, de invertir el dinero que tenemos y el que no tenemos, de endeudarnos para sacar el proyecto adelante… En ocasiones logramos llevar la idea a buen puerto, pero en otras, en cambio, con el transcurso del tiempo vamos viendo que las cosas no van a funcionar como esperábamos, pero no somos capaces de dejar el proyecto a tiempo y continuamos hacia adelante. Y cuanto más hemos invertido, más nos cuesta dejarlo.

 
La pregunta es, ¿por qué no paramos a tiempo? La respuesta es sencilla: porque pensamos que supondría tirar el dinero y el tiempo invertido. Quién no conoce casos de gente que en su segundo año de universidad se ha dado cuenta de que la carrera que ha elegido no era lo que esperaba, pero acaba invirtiendo años en terminarla para después acabar dedicándose a otra cosa. O casos de parejas que no son capaces de separase y prefieren vivir amargados antes que echar por la borda años de convivencia.


Pues sí, las personas somos orgullosas y en muchas ocasiones no somos capaces de reconocer a tiempo que nos hemos equivocado y persistimos en el error.


ABANDONAR ES DE VALIENTES (Seth Godin)

 

No pasa nada por abandonar una idea, no hay que tener vergüenza. El ser humano es racional e irracional al mismo tiempo. No nos gusta perder y eso nos impulsa a cometer errores. Es mejor cambiar de idea a tiempo que obcecarnos con algo que tiene pocas posibilidades de funcionar.


Nos ponemos vendas en los ojos, no hacemos caso de los indicios que nos avisan de que el camino elegido no es el bueno y acabamos por convertir una virtud como la perseverancia en un defecto como la cabezonería inútil. Nuestro optimismo nos traiciona y dejamos de ser realistas y evaluar adecuadamente las posibilidades reales de éxito.

Cómo evitar caer en la falacia del costo hundido

 

Os doy algunas ideas que he ido contrastando con el tiempo:

 

1- Confía en el equipo de personas que configura tu proyecto. En el caso de las cooperativas es importante que las decisiones estratégicas, tácticas y de gestión sean debatidas y consensuadas por todos.

2- Racionaliza el proceso al máximo. Hay que saber que nuestro instinto nos hace tomar decisiones equivocadas.

3- Planifica y pon indicadores que irás evaluando y midiendo de forma continua.

4- Pon un límite a los recursos que vas a utilizar, tiempo, capital, etc., y cuando llegues a ese límite abandona.

5- Confía en tus clientes, proveedores, asesores, entidades de apoyo al emprendedor y la empresa para que os den retroalimentación respecto del proyecto.

6- Valida la idea de negocio previamente. Hoy en día con la tecnología que tenemos es más fácil y económico validar nuestras ideas.

7- Como dicen los americanos equivócate rápido y barato. Por eso es importante el concepto de Producto Mínimo Viable

8- Ten preparado un plan de emergencia y un plan B.

9- Hay que ser optimista, pero no un optimista tóxico que hace que no seamos realistas, que focalicemos en exceso sobre un objetivo, perdamos perspectiva, y que nos autoengañemos. Hablad con vuestros amigos y pareja.

10- Espera lo mejor y prepárate para lo peor.


En resumen, que hay que desdramatizar el error, si nos hemos equivocado. Lo importante es si aprendemos del proceso y no cuánto nos ha costado. Si mantenemos una actitud positiva y aprendemos de nuestros errores seguro que vendrán nuevas oportunidades.


¿Tienes alguna experiencia de “coste hundido” que me puedas contar?

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Pepe Albors

Pepe Albors

Hola! Soy Pepe Albors y quiero ayudarte a entender mejor la empresa cooperativa. Creo en la democracia económica, y la cooperativa es el mejor modelo de empresa para llevarla a cabo. No es fácil gestionar y trabajar en cooperativa, la igualdad, la participación democrática, la cooperación, no son fáciles de gestionar. Cuento con una experiencia de 37 años en el mundo cooperativo y os puedo ayudar a que el proceso de conducir un proyecto cooperativo sea más llevadero.

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COMENTARIOS

17/01/2017 11:48 Darcherif Camille

¡ Muy bueno artículo y muy interesa

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