06/02/2023 Ana Real
El 6º principio cooperativo promueve la cooperación entre cooperativas como vía genuina para elevar la competitividad y reforzar la cultura empresarial
Las cooperativas que se crean hoy son mayoritariamente micropimes, como ocurre también fuera del cooperativismo. Por eso, unidas las cooperativas son más fuertes. Unir fuerzas, colaborar, crear sinergias, generar economías de escala, trabajar en común, generar comunidad…. Todo eso y más significa intercooperar, el sexto de los siete principios cooperativos y un valor estratégico fundamental para las cooperativas, que se enfrentan, como todas las empresas, a un entorno económico cada días más complejo, incierto y cambiante. Como nos recordaba Antonio Palacián en su artículo “Cooperativismo: un reto y una oportunidad para afrontar el futuro”, “no cabe duda de que la aceleración de los cambios impulsados por la irrupción de las tecnologías digitales y su capacidad para conectar con los consumidores y usuarios desde múltiples puntos y en todo momento está acelerando los procesos empresariales y provocando la necesidad de crear entornos colaborativos por parte de las empresas. Ni siquiera las grandes empresas se atreven a desarrollar estrategias pensando sólo en sus propias fuerzas”.
En el sector cooperativo, la intercooperación sería la vía genuina para generar ese entorno colaborativo imprescindible al que apunta Palacián en su artículo. Para llegar donde no es posible hacerlo en solitario. Pero ¿cómo se llega hasta ahí? Es decir, ¿cómo hacerlo posible? Vamos a intentar averiguarlo a la luz de algunos ejemplos.
En nuestro país existen ejemplos de sobra conocidos de intercooperación, véase Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), buque insignia del cooperativismo vasco y español. Pero hay muchas más. En la Comunitat Valenciana tenemos iniciativas exitosas en el ámbito del cooperativismo agroalimentario y también en el de trabajo. Incluso, comienzan a darse cada vez más alianzas entre diferentes familias cooperativas. Veamos algunos ejemplos de intercooperación más o menos hard:
AKOE EDUCACIÓ COOP.V., compartir valores y mejorar sistemas de gestión
AKOE EDUCACIÓ COOP.V. es una cooperativa de segundo grado. Tal y como regula esta figura la Ley de Cooperativas Valenciana, en su artículo 101.1: “Son cooperativas de segundo grado las integradas por cooperativas y otras personas jurídicas para desarrollar una actividad económica de modo cooperativizado en favor de todos los integrantes […]”. Por tanto, pueden darse cooperativas de segundo grado constituidas en todo o en parte por cooperativas, según interese, aunque con algunas limitaciones.
Akoe pertenece a las primeras, integrada por nueve cooperativas de enseñanza que en 2005 decidieron unir fuerzas, aprovechar sinergias y poner en marcha un proyecto de cooperación empresarial con la intención de compartir sistemas de gestión, principios y valores, y mejorar procesos con la clara voluntad de alcanzar una posición de liderazgo en el sector educativo y cooperativo y tal y como estas cooperativas explicitan, “de caminar con paso firme hacia una educación de calidad, sin perder de vista nuestra vocación social de escuela inclusiva, democrática, laica, comprometida y arraigada al entorno”.
Con la creación de Akoe culminaba un largo camino previo de colaboración mutua en multitud de experiencias y proyectos de diverso tipo y, al mismo tiempo, comenzaba toda una aventura alentadora que buscaba el equilibro necesario entre el ámbito empresarial y el educativo.
José Manuel Campo: “La clave del éxito es tener un objetivo común claro y un vínculo profesional que a veces también es personal”
En la entrevista que hicimos en su día para este BLOG al entonces director de Akoe, José Manuel Campo, la clave del éxito residía, además de en “tener un objetivo común claro”, “en un vínculo profesional que a veces también es personal”. Podéis conocer más de esta experiencia en https://akoe.coop/akoe/
La Terreta Serveis Socials Coop V, una alianza entre cooperativas de diferentes comunidades autónomas
La Terreta Serveis Socials Coop V es una cooperativa de segundo grado sin ánimo de lucro constituida entre la valenciana Povinet Coop V y la Sociedad Cooperativa Andaluza Macrosad, ambas dedicadas a la prestación de servicios comunitarios y de atención a personas en ámbitos diversos. Se conocieron en 2015, compartieron unas cuantas jornadas de trabajo y, como reconoce la presidenta de Povinet Coop V, Rebeca Requena, “nos sentimos como en casa, lo que forjó una alianza que con los años podemos decir que se ha transformado en La Terreta Serveis Socials”.
El objetivo de esta cooperativa de segundo grado es, según explica Requena, “ser competitivas en un sector cada vez más innovador y tecnológico”. Juntas, estas dos cooperativas pretenden convertirse en un agente de referencia en la Comunitat Valenciana para la Economía de los Cuidados, diferenciándose de los modelos actuales desde el modelo cooperativo. Por tanto, establecer alianzas era estratégicamente algo que necesitaban. No obstante, como subraya la presidenta de Povinet, los dos factores que lo han hecho posible han sido “compartir valores, si no difícilmente habrá emprendimiento, y tener confianza, que es la base de cualquier relación, las empresariales también”.
Rebeca Requena: “Hemos aprendido una de la otra procesos nuevos y formas diferentes de trabajar que nos enriquecen”
Y, algo más a destacar de esta experiencia de intercooperación, como reconocen desde Povinet, “hemos aprendido una de la otra procesos nuevos y formas diferentes de trabajar que nos enriquecen”.
La oportunidad de las Comunidades Energéticas Locales como vía de intercooperación
En los últimos tiempos, y con la que está cayendo con los precios descontrolados de la luz y el gas, crece con fuerza un nuevo modelo de generación y consumo de energía basado en la sostenibilidad, la distribución y la participación ciudadana: Las comunidades energéticas locales, agrupaciones de personas, entes locales y pequeñas empresas de un mismo territorio que se unen con el fin de producir energía renovable, generando así un impacto social y medioambiental positivo en su entorno. Pues bien, como vislumbra la directora de FEVECTA, Paloma Tarazona, en su artículo Comunidades energéticas y cooperativismo, ¿cambiamos el mundo? en este nuevo modelo reside “una nueva oportunidad para generar un intenso crecimiento de cooperativas”. Y será de la mano de la cooperación y de la intercooperación. De hecho, muchas de ellas pueden acabar constituyéndose como cooperativas.
Voy a tomar como ejemplo en este punto a la Cooperativa energética de Catarroja, Coop. V (Catarroja Renovable de nombre comercial) recientemente constituida, porque, como afirma Cristina Ciruelos, integrante del Consejo Rector de esta Comunidad Energética y, a su vez, secretaria técnica de la Federación Valenciana de Consumidores y Usuarios, “la intercooperación ha sido clave para la constitución de esta iniciativa en todos los sentidos: entre los primeros gestantes de la idea, entre el grupo promotor formado por 33 socias fundadoras, la ayuda desinteresada de diferentes federaciones de cooperativas valencianas, a la hora de consultar y contrastar con otras iniciativas similares, tanto en la Comunidad Valenciana como en el territorio español, consulta a expertos universitarios y un largo etcétera, que posiciona el término intercooperación como pilar del proyecto, y arriesgamos a decir que de todo proyecto cooperativo”.
La iniciativa empezó a fraguarse hace justo dos años cuando, como recuerda Salva Moncayo, miembro del Consejo Rector de esta cooperativa y, a su vez, socio de la cooperativa de trabajo ‘Aeioluz’ (Cooperativa de Servicios Energéticos C Y C, COOP.V.), “un pequeño grupo de vecinos del municipio, como la propia concejala de Agricultura, Desarrollo Sostenible, Emergencia Climática y Transición Ecológica del consistorio, Elisa Gimeno; el presidente de la Federació Valenciana de Cooperativas de Viviendas (FECOVI), Vicent Diego; y José Cerdán, socio también de AeioLuz, comenzamos a madurar la idea de crear una comunidad energética local y promovimos la celebración de talleres de formación para promocionar la iniciativa en el municipio e ir ganando masa crítica”.
Finalmente, esta Comunidad energética ha arrancado como cooperativa polivalente de consumidores y usuarios y de trabajo asociado - es decir que sus socios pueden ser de ambas clases-. “El principal objetivo es producir nuestra propia energía y compartir todos sus usos para ser lo más eficientes posibles para, con ello, reducir nuestra factura de luz, además, y como premisa transversal, cuidar el medioambiente”, explica la presidenta de la cooperativa, Mila García. Pero, no se queda ahí todo, como ella explica, “la formación también es un punto importante en nuestra cooperativa, por las particularidades de parte de los socios fundadores se imparten cursos y jornadas de ahorro energético, lectura de factura de la luz, cooperativismo, etc. Y, por último, dado el carácter no lucrativo de la entidad, otro aspecto importante es la vertiente social y se pretende ayudar a personas vulnerables con el posible excedente”.
A día de hoy, el propósito de la cooperativa está calando con fuerza entre la población y ya cuenta con una extensa lista de espera de personas interesadas en incorporarse.
En paralelo, y al calor de la descarbonización y la transición hacia un modelo de producción de energía más limpio y sostenible, están naciendo también otros acuerdos y alianzas entre cooperativas. Tenemos el ejemplo de la alianza entre la comercializadora Som energia y la cooperativa de trabajo Xicoteta energia Coop V. Unidas forman un tándem interesante al conseguir agrupar a una masa suficiente de consumidores interesados en modelos de autoconsumo energético, agruparlos por territorios y áreas cercanas y ofrecerles un proyecto de instalación y consumo a precios más ventajosos.
Intercooperación entre Familias Cooperativas
En este punto me gustaría poner el foco en un proyecto que, surgido de la iniciativa de una cooperativa de trabajo valenciano, se ha sustentado y adquirido la envergadura necesaria gracias a la alianza entre una pluralidad de agentes. Me refiero a ‘Domèstiques’, proyecto nacido en 2019 a iniciativa de Crearqció Coop.V. -dedicada a los servicios de arquitectura, urbanismo y paisajismo - y que actualmente continúa su desarrollo en intercooperación con El Rogle Coop.V. - cooperativa de servicios jurídicos y de mediación especializada en el derecho a la vivienda-.
Domèstiques es un laboratorio de investigación e impulso de las cooperativas de vivienda en cesión de uso cuyo principal objetivo es que este modelo arraigue en la Comunitat Valenciana para ser una alternativa real y transformadora de acceso a la vivienda. Como explica Julia Pineda, socia de Crearqció Coop V, “el proyecto propone un modelo inclusivo de vivienda que involucra al sector público, académico, comunitario y al sector privado. Promocionamos colaboraciones con administraciones para garantizar que los proyectos cooperativos contribuyan a la solución de problemas habitacionales”.
El proyecto estuvo financiado en origen gracias a los Premios de Inovación Social y Urbana del Ayuntamiento de València y, tras una primera etapa más focalizada en la vertiente investigadora en colaboración con el grupo de investigación Proyectos Arquitectónicos-UPV de la Universitat Politècnica de València, pretende co-producir el modelo (en cuanto al marco legal, marco financiero, tipologías arquitectónicas, sostenibilidad, comunidad y retorno) y trabajar para la constitución de un proyecto piloto.
Acerca de su colaboración con El Rogle, Pineda comenta que el hecho de ser un equipo multidisciplinar formado por cooperativas “dio fuerza al proyecto, permitiendo una aproximación integral al fenómeno de las cooperativas, desde ámbitos como la arquitectura, la abogacía, la mediación y la práctica comunitaria. El proyecto estuvo financiado gracias a los premios de innovación social y urbana del Ayuntamiento de València”.
“Nos parece especialmente relevante usar la intercooperación para generar un nuevo servicio compartido entre nuestras cooperativas de trabajo, que además tiene como objeto principal la promoción de actividad cooperativa, en este caso cooperativas de vivienda en cesión de uso, y amplificar además los tejidos cooperativos de nuestro territorio”, explica.
Durante 2022 Domèstiques inició colaboración con la Federación de Cooperativas Valenciana de Viviendas (FECOVI) como equipo técnico vinculado al proyecto ‘Estímulo Base Viva’, programa financiado por la Dirección General de Cooperativismo de la Generalitat Valenciana para consolidar e impulsar los diferentes grupos promotores de cooperativas de vivienda en territorio valenciano. En este caso, además, se ha colaborado formando equipo técnico con Carpe estudio, otra cooperativa de trabajo asociado.
Domèstiques es un ejemplo claro de trabajo en red que a partir de la intercooperación da entrada a otros agentes públicos y privados dentro y fuera del territorio valenciano para ir respondiendo a los retos, necesidades y oportunidades que se le van planteando y, de este modo, se fortalece y diversifica.
Sobre Domèstiques: https://domestiqueslab.com/
Acuerdos puntuales o estables entre Cooperativas de Trabajo
En este marco hace tiempo que se están fraguando diversas colaboraciones entre cooperativas que, de menos a más, están haciendo posible generar un caldo de cultivo que, desde la confianza y los valores comunes, está favoreciendo que surjan acuerdos de trabajo muy positivos en ámbitos diversos, el de las industrias culturales y creativas es uno de ellos. En Joan Rojeski estudi creatiu lo tienen claro: “creemos en la intercooperación a diferentes niveles: somos una empresa pequeña, que ante situaciones donde solas no podemos hacer frente, cooperamos y trabajamos con otras cooperativas para poder lograr proyectos más multidisciplinaries. Estas colaboraciones se llevan a cabo entre cooperativas del mismo sector, cooperativas que complementan el servicio (proveedores, por ejemplo) o cooperativas diversas que de alguna manera son necesarias en el proceso”, nos explican.
Para Rosa Reig, socia de esta cooperativa de creadores con sede en Castellón y València, la cooperación entre cooperativas “además de compartir valores, nos permite darnos apoyo en el día a día. Buscar espacios de encuentro es relevante para crear un vínculo de confianza y promover el intercambio de experiencias. Esto será el germen para una relación colaborativa sana y estable. Pensamos que hacer equipo y cooperar tiene que ser desde la confianza, el respeto y la alegría”.
Rosa Reig: “Buscar espacios de encuentro es relevante para crear un vínculo de confianza y promover el intercambio de experiencias. Esto será el germen para una relación colaborativa sana y estable”.
Eso sí, no vale cualquier colaboración o alianza. Para Joan Rojeski, una de las finalidades de la intercooperación “es garantizar que los proyectos se llevan a cabo bajo unas condiciones dignas, igualitarias y sostenibles. Esto hace atractivo el principio cooperativo, porque nuestros clientes, que forman parte de la economía social, consideran este aspecto fundamental para la ejecución de un proyecto de diseño, comunicación o web”.
Y bajo estos estándares y propósitos, han ido surgiendo proyectos de intercooperación como el que mantienen con la cooperativa de Trabajo Cèrcol, dedicada al cultivo y comercialización de arroz ecológico. Han diseñado su identidad corporativa, así como diferentes aplicaciones para la comunicación y el packaging del producto. Una relación exitosa porque ha merecido el Premio de Plata al diseño de envase en los premios ADCV y, de momento, es finalista del iF Design Award.
Asimismo, y precisamente por compartir valores e idiosincrasia, Joan Rojeski es autora del diseño de las nuevas identidades y webs de un grupo de cooperativas de enseñanza valencianas; y, asimismo, ha formado parte del equipo creativo encargado de la campaña “Cooperar, la millor suma’ realizado para la Confederació de Cooperatives Valencianes (Concoval) junto a las cooperativas de trabajo Makinacción (comunicación); Bocabadats (producción audiovisual), Granissat (RRSS) i SIMBOLS (producción de espacios).
En resumen, de lo que no me cabe ninguna duda después de hablar con socios y socias de cooperativas que actualmente están participando en proyectos de intercooperación es que el catalizador necesario para desencadenar la intercooperación no es tanto la necesidad como la confianza. Es la confianza la que genera el clima óptimo para crear un entorno favorable a la cooperación entre cooperativas -diría que a la cooperación en general -. Incluso, que la confianza ha actuado en muchos casos de impulso creativo para hacer germinar nuevas iniciativas que la necesidad solo no había puesto delante. Y, asimismo, de que los valores cooperativos comunes son el pegamento para sellar con éxito muchas de estas iniciativas.
Ana Real
Soy periodista y máster en comunicación radiofónica. Como responsable de Comunicación de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA) me ocupo, entre otras cosas, de coordinar este Blog. El cooperativismo y las cooperativas necesitan un relato para explicarse, para dar a conocer a la sociedad que son otra manera de hacer empresa: más humana, responsable y conectada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y, precisamente, ese relato es el que intento construir en cada uno de mis artículos para llegar cada día a más personas.
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