Buenas prácticas

Cohousing rural, una segunda oportunidad para los pueblos de interior

26/07/2021 Ana Real

CREARQCIO, OKAMBUVA y VACACIONES PERMANENTES muestran la capacidad del cooperativismo para ofrecer respuestas globales a temas como la vivienda, la despoblación, el envejecimiento o el empleo 

cohousing-rural

Si nos preguntan antes, durante y después de la pandemia por los problemas que más preocupan a las personas creo que acertaríamos al decir: empleo, vivienda, qué atenciones necesitaremos al envejecer...


Pues bien, ¿Y si todas estas cuestiones pudieran paliarse mediante un mismo fenómeno? ¿Y si les digo que está inventado desde los años 60 del siglo XX? ¿Y si supieran que no precisa de demasiada inversión por proyecto?


La vivienda está siendo uno de los problemas que provocan más quebraderos de cabeza a las generaciones actuales y va a seguir siéndolo para las del futuro si nada cambia. Los elevados índices de precariedad laboral entre los jóvenes contribuyen a ello, porque el derecho a una vivienda digna se socava si su alto coste lo hace viable sólo para una minoría de la población.


El cooperativismo de vivienda en cesión de uso pretende hacer que la vivienda sea accesible y digna, pero, además, iniciativas como el cohousing van un paso más allá para dar respuesta global a otras preocupaciones que pueden ir parejas: el envejecimiento de una población con mayor esperanza de vida, la despoblación de zonas rurales, las dificultades de los jóvenes para acceder a su primera vivienda…


Hace falta una transformación del modelo habitacional, romper de verdad con dinámicas muy arraigadas y basadas en modelos especulativos. El aspecto más novedoso o innovador de procesos como el cohousing o el cooperativismo de vivienda en cesión de uso viene mayoritariamente de la respuesta colectiva y ciudadana a una serie de problemáticas sociales y preocupaciones a las que desde otros ámbitos (público o privado) no se dan respuesta o se le da de manera insuficiente o parcial.


¿Y si nos queremos ir a vivir junto a otras personas a un entorno tranquilo cerca del campo? ¿Es posible vivir de una manera más sostenible, en contacto con la naturaleza, sin perder redes de apoyo? La respuesta es el cohousing rural y ya existen experiencias muy cercanas a nosotros.


El cohousing es la contracción de la perífrasis inglesa colaborative housing (vivienda colaborativa) y que a la valenciana se ha acuñado con el término cohabitatge. Es una modalidad de acceso a la vivienda que permite a una comunidad de personas vivir en un edificio o grupo de viviendas sin ser los propietarios o los arrendadores, por un plazo de tiempo habitualmente amplio (durante todo el tiempo que sean socios o socias y, en caso de que a la cooperativa se le haya cedido suelo público, por el tiempo que dure dicha cesión, que suele ser por perídos de 50 o 75 años, por ejemplo) y a un precio inferior al del mercado. Pero es mucho más, se trata de un tipo de comunidad de personas cohesionada por su forma de entender la relación entre vida privada y la vida en común. El Cohousing sirve a una comunidad de personas que viven en un mismo entorno, diseñado por ellas mismas, que se compone de varias viviendas o espacios habitacionales independientes y privados, y que comparten una serie de equipamientos comunes y servicios para satisfacer las necesidades concretas del grupo o comunidad de personas que allí reside y desarrollar la vida colaborativa inherente a la filosofía del cohousing.


Los espacios de cohousing o cohabitatge, como explica el director técnico de FECOVI, Fran Merino, “tratan de facilitar y fortalecer la interacción social, la comunicación y la ayuda mutua entre las personas que la integran y, asimismo, incentivar las relaciones de proximidad entre los socios y socias que residen en dicha comunidad con el barrio o municipio en el que se ubica”.


Además, comportándose como un nodo, el cohousing cooperativo genera, también, a su alrededor actividad económica y oportunidades de empleo, ya que todos los servicios de los que cada comunidad de personas desea dotarse deberá estar prestado por profesionales o empresas, que también pueden ser cooperativas, en este caso de trabajo.


El origen del cohousing se remonta a los años 60 del siglo XX. La primera comunidad la encontramos en Dinamarca, donde surgió el modelo Andel, una comunidad de individuos que convive en un conjunto residencial bajo la fórmula de cooperativa.


En nuestro país, encontramos la primera experiencia de Cohousing en Málaga. Se trata de ‘Residencial Sant Clara’, Cooperativa malagueña convertida en uno de los referentes más importantes de nuestro país del fenómeno del cohousing. Situado en los Montes de Málaga, a escasos 3 km de la capital de la Costa del Sol, llevan disfrutando de este estilo de vida diferente desde los años 80. Con todas las comodidades y ventajas como gimnasio, huerto ecológico o piscina.

Nodos de cooperativismo


El cohousing puede llegar a ser un terreno abonado para la aparición de nodos de cooperativismo. Puede ser un combinado perfecto entre cooperativismo de vivienda y trabajo. De la combinación de actividades de cohousing, arquitectura técnica, bioconstrucción o servicios a las personas que se presten de manera cooperativa pueden florecer respuestas innovadoras y eficaces para responder de una manera sostenible y, desde luego, no especulativa al problema de la vivienda en zonas urbanas y a la recuperación de la población en entornos rurales.


La alianza entre Cooperativismo de vivienda y de trabajo tiene un gran futuro en este ámbito como podemos vislumbrar gracias a algunos ejemplos recientes que apuntamos bajo estas líneas:

VACACIONES PERMANENTES


Sus integrantes prefieren llamarlo así, vacaciones permanentes, porque no tiene nada que ver con la imagen de envejecer en una residencia o en soledad. Se trata de una experiencia cooperativa de cohousing situada en Alfara de la Baronía, municipio de apenas 600 habitantes, pero que comenzó algo más lejos.


La cooperativa Vacaciones Permanentes empezó siendo un grupo promotor relativamente pequeño formado por personas exclusivamente de la provincia de Albacete y ahora ese grupo ha ido creciendo al incorporar a personas de la Comunidad Valenciana. Hernando Martínez Herrero, miembro del Consejo Rector de la cooperativa Vacaciones Permanentes explica sus motivaciones personales para llevar a cabo esta iniciativa que era también compartida por sus compañeros de aventura, todos ellos personas en torno a la edad de los 60 años que, como dice, “hace ya unos diez o doce años nos planteamos que no queríamos una jubilación y una vejez al uso como la que habíamos visto en nuestros padres”. Además, explica, “no nos gustan las residencias ni depender de cuidadores y pensamos que sería buena idea montar algo por nuestra cuenta, que nosotros pudiéramos autogestionar para vivir los últimos años de nuestra vida lo mejor posible y con la mayor calidad de vida”.


Y ese sueño compartido empezó a materializarse hace tres o cuatro años con la constitución de la cooperativa Vacaciones Permanentes en el municipio valenciano de Alfara. En cuanto a la razón para escoger la ubicación en un municipio de la comarca de Camp de Morvedre de la provincia de Valencia, Hernando explica: “el entorno rural lo elegimos porque para nosotros es muy importante mantener el contacto con la naturaleza para disfrutar del aire limpio, de menor contaminación acústica, del entorno. También porque el coste del terreno es más asequible y podemos comprar más terreno con el mismo dinero, con lo cual vamos a tener viviendas más amplias, zonas verdes, huerto y zonas de recreo”.


En el caso de Vacaciones permanentes, la cooperativa es la propietaria de las viviendas y cede a los residentes elderecho de uso de por vida. Según los Estatutos de la cooperativa, “La misión del Residencial ‘Vacaciones Permanentes’ es proveer a los socios de la cooperativa de alojamiento, espacios comunes y servicios sociales, culturales y de ocio y tiempo libre bajo un modelo de autogestión y cooperativo”. Como señala Martínez, “tener nuestra propia vivienda y unos espacios comunes en los que podamos desarrollarnos socialmente, culturalmente y aprovechar nuestro tiempo libre y sin que nadie lo gestione por nosotros. Sabemos que, con el tiempo, la gente pierde facultades, pero la idea es que el grupo se renueve, que vaya entrando gente nueva que gestione con los valores que se ha creado y que queremos mantener”.


En este caso, además, la fórmula de cohousing, según Hernando, “proporciona ventajas positivas al municipio, sabemos que nuestro proyecto va a ayudar a fijar población y a generar empleo”.

 

https://www.residencialvacacionespermanentes.es/

CREARQCIÓ


Los servicios de arquitectura, sea para construir o para rehabilitar los espacios privados y comunes y adaptarlos a las funciones requeridas por sus moradores, van a jugar un papel importante y, como en tantas otras cosas, siempre se puede aportar una mirada diferente, inclusiva, ética y social. CREARQCIÓ Coop V es un estudio de arquitectura constituido como cooperativa de trabajo asociado. Los conceptos Crear, Arquitectura y Acción, que integran su marca corporativa son los ejes sobre los que hacen pivotar todos sus trabajos, pero, eso sí, sin renunciar a la reflexión, porque todos los proyectos que salen de su estudio incorporan una mirada que consideran necesaria hacia las personas y su bienestar.


Los proyectos de CREARQCIÓ tratan de incorporar valores sociales y de proximidad, tratando de cambiar la mirada de la arquitectura. Uno de estos proyectos es ‘Doméstiques’, un laboratorio de investigación e impulso de viviendas cooperativas en cesión de uso, en colaboración con El Rogle Coop V, dedicada a servicios jurídicos y de mediación y especializada en derecho a la vivienda, y el grupo de investigación de proyectos arquitectónicos de la UPV.


‘Doméstiques’ propone un modelo inclusivo de vivienda que involucra sector público, académico, comunitario y sector privado. “Promocionamos colaboraciones con administraciones para garantizar que los proyectos cooperativos contribuyan a la solución de problemas habitacionales” explica Julia Pineda, socia fundadora de CREARQCIÓ.


Como explica Julia, “la cesión de uso implica que la propiedad de la vivienda o de la promoción de viviendas, en este caso en régimen cooperativo, siempre va a ser colectiva. No va a haber división horizontal y las socias y socios de la cooperativa lo que poseen es el derecho de uso. Este aspecto, el hecho de que la vivienda sea un bien de uso y no un bien de intercambio o especulación, nos parece realmente interesante y supone una ruptura con la manera tradicional en la que se accede a la vivienda en nuestro país


Doméstiques nace para introducir y arraigar en la Comunitat Valenciana este tipo de iniciativas de cooperativismo de vivienda en cesión de uso no sólo en clave urbana, sino también rural, y siempre con visión cooperativa. Por eso, su primer objetivo es popularizar el modelo, darlo a conocer a la ciudadanía y hacerlo accesible, asequible y deseable. “Además de conocerlo y poderlo pagar, tenemos que querer ser cooperativista de vivienda y, por eso, nuestra tarea es, también, enamorar y hacer brillar un montón de características del modelo que lo hacen apetecible”, explica Pineda.


https://domestiqueslab.com/
https://blog.fevecta.coop/crearqcio-coopv/

OKAMBUVA


Y, a la hora de materializar cualesquiera de estos proyectos de vivienda cooperativa o de cohousing, la construcción es otro de sus componentes. Opciones hay muchas, claro, pero qué mejor que los espacios estén concebidos desde planteamientos ecológicos, sostenibles y verdaderamente enfocados a mejorar la vida de las personas. Porque, ¿cuántas viviendas hemos conocido que parecían concebidas para hacer la vida más incómoda y triste a sus ocupantes? ¿por qué, si no, una de las consecuencias del confinamiento que acabamos de vivir ha sido que muchos se planteen en qué tipo de vivienda estaban viviendo y hayan decidido cambiar de residencia en busca de más espacio, luz natural, balcones o terraza, eficiencia energética…? En definitiva, nos hemos dado cuenta de que nuestra vivienda puede fomentar o empeorar nuestro confort y nuestra salud (mental y física), y que tales cosas son importantes porque son espacios en los que pasamos un tiempo fundamental de nuestras vidas… ahora incluso de nuestro trabajo.


Y sobre bioconstrucción y construcción sana y sostenible, tiene mucho que decir la cooperativa de trabajo Okambuva, puesto que está especializada en el uso de materiales y técnicas naturales para la edificación. “Es importante integrar conceptos como la sostenibilidad y la eficiencia energética a la hora de llevar a cabo proyectos de este tipo porque es lo coherente y lo consecuente, ya que estamos hablando de cooperativas que dan respuesta a cómo integrar la vertiente humana y de vivenciar estas cosas, y nosotros nos ocupamos de materializarlo”, explica Alejandro López, socio de Okambuva Coop V.
Okambuva tiene sede en Sagunto (Valencia), aunque trabaja por toda España e incluso colaboran en proyectos de ámbito internacional. Sus servicios abarcan el desarrollo, consultoría, diseño, dirección de obra y gestión de todo tipo de proyectos de construcción sana y sostenible a través de su propia constructora.


Los materiales con los que trabajan van desde la tierra, la madera o las fibras naturales hasta materiales estandarizados industriales aptos para la construcción sostenible, incluso han desarrollado productos propios como los paneles prefabricados de madera y paja. Estos materiales son trasladados a la arquitectura contemporánea de una manera innovadora y sostenible. Su aplicación práctica está más que contrastada y, por supuesto, cumple con todas las exigencias técnicas para la habitabilidad contemporánea.


Además, desde Okambuva se trabaja a través de la formación para extender este tipo de construcción, tanto es así que desde hace siete años participan en la docencia de un máster de la Universidad de Nebrija de Madrid sobre estos temas, y también posee su propio espacio de formación en Almassora (Castellón), llamado ‘Espacio Ecoeducativo Arquiteria’.


El concepto de bioconstrucción se refiere también a la manera en que el espacio construido se relaciona con el entorno y su impacto social, Okambuva apuesta por la integración de cada vivienda o grupo de viviendas en su entorno, con la arquitectura vernácula de la zona, con el espacio rural o natural en que se ubique y, por tanto, que entre en juego el diseño bioclimático de los espacios.


En este sentido, López pone énfasis sobre el concepto de Passive House o la evolución de las casas de bajo consumo energético. “Se trata de aprovechar las energías pasivas, la orientación de la vivienda, el movimiento de las corrientes de aire y vientos, la gestión de humedades, el uso de materiales constructivos naturales y materiales km 0”. Y, como ejemplo de residencial colaborativo, sugiere conocer la experiencia inglesa de Lilac Cohousing, en Leeds.


https://www.okambuva.coop/

Video del V conversatorio del proyecto migraCoop sobre ‘Cohousing rural: ventajas y oportunidades’

 

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Ana  Real

Ana Real

Soy periodista y máster en comunicación radiofónica. Como responsable de Comunicación de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA) me ocupo, entre otras cosas, de coordinar este Blog. El cooperativismo y las cooperativas necesitan un relato para explicarse, para dar a conocer a la sociedad que son otra manera de hacer empresa: más humana, responsable y conectada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y, precisamente, ese relato es el que intento construir en cada uno de mis artículos para llegar cada día a más personas.

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COMENTARIOS

01/09/2021 14:05 Ana Real

En efecto, la idea es favorecer y fomentar la intercooperación entre varias clases de cooperativas. En el sentido que comentas, la idea sería que cooperativas de trabajo dedicadas a dar servicios de atención a las personas (de cuidados, terapias, ocio, tiempo libre, etc.) puedan prestar estos servicios a la medida de las necesidades e intereses de cada colectivo de personas residentes en las cooperativas de viviendas.

30/07/2021 18:18 Juan Miguel Díaz Rodríguez

Muy interesante y conciso lo explicado por Ana Real. Aprovecho para preguntar ¿En estas cooperativas de viviendas con cesión de uso, se plantea la posibilidad de contar con profesionales que asistan a las personas mayores, como en las residencias, al menos a las que tengan más problemas para valerse por sí mismas? Saludos cordiales desde Tenerife.

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