Frente a los defensores a ultranza del mercado y el individualismo, otra línea de pensamiento defiende otra forma más justa y equitativa de producir y distribuir riqueza

Vivimos inmersos en la revolución tecnológica y de la inteligencia artificial. Desde hace unos años todo es inteligente: los teléfonos, el frigorífico, el televisor, la casa y, en poco tiempo, los coches no necesitarán ni tan siquiera una persona conduciéndolo.

Me pregunto si existirán los políticos inteligentes y, también, si hay empresas inteligentes. Pues en este post quiero hacer una reflexión de por qué entiendo que hay un modelo de empresa que considero que es inteligente y cuál es la realidad actual de las empresas cooperativas para considerarlas inteligentes.

Pero, empezando por el principio y con respecto al título del post, ¿son los cooperativistas los nuevos terraplanistas? Quería explicaros por qué he puesto este título. El terraplanismo es el nombre de la creencia precientífica de que la superficie de la tierra es plana en lugar de esférica. Ahora, en pleno siglo XXI, a partir del uso masivo de internet, se ha popularizado por los foros y las redes sociales una serie de grupos conspiranoicos que alientan dichas teorías. No solo teorías terraplanistas, sino otras muchas teorías absurdas y acientíficas, pero que son fácilmente vendibles a personas sin espíritu crítico como, por ejemplo, el movimiento antivacunas.

Pues bien, desde hace unas décadas, hay una corriente de pensamiento social y económico, el neoliberalismo, que nos trata de vender que el mejor sistema para el desarrollo humano es la defensa de la propiedad privada, el libre mercado y el individualismo a ultranza, con un Estado y una fiscalidad mínima.

De hecho, estos defensores a ultranza del mercado y del individualismo ven a los que pensamos que hay otra forma más justa y equitativa de producir riqueza y de distribuirla adecuadamente como unos terraplanistas, es decir, que vamos en contra de la verdad revelada. La única verdad absoluta es el liberalismo y el Dios mercado.

Mi opinión es que quizás la cosa sea al contrario y los verdaderos terraplanistas son los que siguen creyendo que la tierra tiene recursos ilimitados y nos están conduciendo a una crisis medioambiental y climática sin retorno, que puede que lleve a la desaparición de la civilización humana tal como la conocemos.

Como dice Piketty, profesor de la Paris School of Economics, «El discurso meritocrático y empresarial es, a menudo, una cómoda manera de justificar cualquier nivel de desigualdad por parte de los ganadores del sistema económico actual, sin siquiera tener que someterlo a examen, así como de estigmatizar a los perdedores por su falta de méritos, de talento y de diligencia». Pues bien, cada vez somos más personas las que estamos convencidas de que es posible superar el capitalismo y subordinar el bien individual al interés general, como dice la Constitución.

LA COOPERATIVA, UNA EMPRESA QUE APORTA SOLUCIONES INTELIGENTES

Pienso que el cooperativismo ha aportado y sigue aportando soluciones a los grandes retos que tenemos como sociedad como son la creación de riqueza y una distribución equitativa de la misma. Además, lo hace con principios de cohesión social y medioambiental.

Pero tenemos un problema, la cooperativa es la gran desconocida. Debemos trabajar más y mejor para dar a conocer lo que la empresa cooperativa aporta como soluciones a los grandes retos que tenemos planteados como sociedad.

La mejor teoría es una buena práctica y necesitamos que se conozcan la gran cantidad de experiencias ejemplares que el cooperativismo aporta. Para ello, necesitamos empresas cooperativas que sean líderes y que sean ejemplo para las personas que están pensando en emprender, o ser referente de muchas cooperativas que están en fase de desarrollo y crecimiento.

LA PIRÁMIDE DE MASLOW COOPERATIVA

Si tienes interés en mejorar tu cooperativa, lo que viene a continuación te puede interesar. Te voy a desvelar cómo ir creciendo y escalando tu cooperativa para que se convierta en un referente en su nicho de mercado.

¡Vamos allá!

Muchas de vosotras habréis oído hablar de Abraham Maslow, que desarrolló una teoría sobre la jerarquía de las necesidades humanas que explica que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide). Esta teoría que se desarrolló en 1943 continúa siendo muy válida.

Voy a realizar un paralelismo entre las necesidades de las personas y las necesidades de las empresas cooperativas. En este sentido, si ostentas la presidencia o dirección de una cooperativa o tienes responsabilidades de dirección en ella, creo que conocer estas fases de crecimiento cooperativo/empresarial te ayudará a ser proactivo y anticipar los riesgos y desafíos a los que se enfrentará tu cooperativa.

Muchas cooperativas desconocen estas fases y, cuando vienen mal dadas, no saben dar la respuesta adecuada a situaciones problemáticas como tensiones sociales, crisis empresariales, o no saber subirse al carro de las nuevas oportunidades. La planificación estratégica es uno de los déficits que tienen las cooperativas. Muchas de ellas están enfocadas al corto plazo y a lo urgente. Pero lo que hace falta es orientar la cooperativa a lo importante, que es ser eficaz y eficiente en el largo plazo.

Pues bien, como dice Maslow, la primera fase es cubrir las ‘Necesidades básicas de subsistencia’. En esta etapa, los cooperativistas que han impulsado su proyecto están focalizados en trabajar mucho e intentar vender como sea sus productos y servicios. Todas las personas hacen de todo: administración y producción, pero no ponen el foco en la comercialización. Es muy importante validar en el menor tiempo posible el modelo de negocio y si éste es viable y sostenible a largo plazo. Desafortunadamente, muchas cooperativas no lo logran y desaparecen, aunque la tasa de mortalidad de la empresa cooperativa es un 10% menor que la tasa de mortalidad de la empresa de capital.

Hay que asumir, si estás en esta fase, que nuestra cooperativa no es un autoempleo colectivo que consiste en cambiar tiempo por dinero, es decir, un proyecto que acabará esclavizándonos y trabajando demasiado tiempo en precario.

En la segunda fase Maslow habla de ‘Seguridad’. En ella, nuestra cooperativa ya ha contrastado el modelo de negocio y vemos que es viable, pero en demasiadas ocasiones es a base de dedicar mucho tiempo, y mal pagado. Ya tenemos una serie de clientes estables que nos dan seguridad, pero en un mercado volátil pueden desaparecer rápidamente. En esta etapa hay que empezar a asumir que hay que crecer, que probablemente deberemos incorporar nuevas personas trabajadoras que deberán acabar siendo socias de la cooperativa. Es muy importante planificar esta fase de crecimiento para hacerlo de forma armónica, equilibrada y conforme a los principios cooperativos.

El cooperativismo tiene un instrumento muy válido para el crecimiento y que se utiliza muy poco, que es la INTERCOOPERACIÓN (Ver post Confianza y valores comunes, poderosos catalizadores de la intercooperación). Hemos de pasar de ser una microempresa a una pequeña empresa. En esta fase es muy importante la formación de los equipos de dirección para conducir bien los procesos.

La tercera fase es la de ‘Pertenencia a grupo’. Ya tenemos una cooperativa que ha superado con éxito las dos etapas iniciales, ya somos una cooperativa conocida y reconocida, es una cooperativa rentable y sostenible. Tiene una estructura organizacional más compleja y cuenta con un equipo de dirección con responsables en las distintas áreas. Es momento para replantear objetivos de crecimiento de largo plazo. Hay que liberar a la presidencia y gerencia de tareas cortoplacistas para que puedan centrarse en las relaciones con el entorno social y empresarial. Es el momento de digitalizar y automatizar los procesos en la cooperativa.

Entramos en la cuarta fase, la de ‘Reconocimiento’. Es una etapa de inflexión donde los proyectos se diversifican y de nuevo entramos en acometer nuevas inversiones. Conozco muchos proyectos de cooperativas de enseñanza que están en esta nueva fase inversora de crecimiento. Hay que armonizar el crecimiento para que este sea equilibrado y no poner en riesgo la cooperativa. Tenemos una cartera de clientes consolidada y es tiempo de seguir formándonos y consolidando nuestro proyecto bajo los principios cooperativos.

Última etapa: ‘Autorrealización’. Ya hemos cerrado las etapas de crecimiento; tenemos una cooperativa que ha alcanzado la madurez social y empresarial. La palabra que define el proyecto es estabilidad. Seguimos creciendo, pero de forma más lenta. Ahora podemos dedicar más recursos a la innovación, que nos permitirá alcanzar o consolidar nuestro liderato en nuestro segmento de mercado. Debemos dedicar recursos a crear un clima laboral y social más satisfactorio. También debemos reflexionar sobre nuestra cultura empresarial cooperativa y puede ser un buen momento para documentarla. Muy importante, debemos empezar a planificar el relevo generacional.

Ahora que ya sabes cuáles son las fases del crecimiento de una empresa cooperativa, ¿en qué fase de crecimiento se encuentra tu cooperativa? ¿Y qué estás haciendo para crecer como cooperativa? Déjame tus comentarios.

PD: En realidad soy un terraplanista convencido y tengo un argumento definitivo: “Si la tierra fuera redonda se llamaría redondeta, así que si se llama planeta pues… blanco y en botella”.