Reflexiones

Presupuestos 2025: El dinero es necesario, pero no siempre es suficiente

09/06/2025 Paloma Tarazona

El cooperativismo en las cuentas de la Generalitat Valenciana

Entre erizos y velas

Por primera vez en 35 años, la Comunitat Valenciana arranca el ejercicio con unos presupuestos aprobados tras una prórroga. Este hecho, que podría parecer meramente técnico, encierra una carga simbólica y política que no conviene pasar por alto. La crispación que parece inundar la vida pública y la política estos últimos años se va filtrando a la gestión de los presupuestos públicos. Si a nivel estatal acumulamos dos ejercicios sin presupuestos, en la Comunitat Valenciana hemos tenido que esperar 5 meses para tenerlos. La prórroga de los presupuestos valencianos si bien está estrechamente ligada a la necesidad de introducir nuevas partidas para paliar los efectos de la Dana, también tiene mucho que ver con la dificultad de alcanzar mayorías suficientes para su aprobación en un entorno de deterioro generalizado de la vida pública.

 

El Consell ha presentado unas cuentas que ascienden a 32.000 millones de euros, una cifra récord que viene acompañada de una deuda que se aproxima a los 60.000 millones de euros —lo que equivale a unos 11.000 euros por habitante. Esta deuda es un reflejo de la infrafinanciación de nuestro territorio cuyo origen se encuentra en un sistema de financiación autonómica caducado desde 2014. Y ya van para 11 los años que los valencianos llevamos esperando y viendo como la inactividad de unos y otros nos condena al endeudamiento para cubrir las necesidades básicas de nuestra sociedad, a la falta de inversión que limita nuestro crecimiento, al deterioro de las infraestructuras públicas por falta de recursos y, en definitiva, al lento pero inevitable declive de nuestro territorio o, como mínimo, al desperdicio de nuestro potencial como sociedad y economía. En este marco, los 2.364 millones de euros destinados a paliar los efectos de la DANA, serán asumidos, también, íntegramente por los valencianos a través de un incremento de la deuda.

 

 

El cooperativismo en las cuentas del Consell

 

Uno de los cambios más significativos tras las últimas elecciones autonómicas ha sido la reconfiguración del mapa competencial. El cooperativismo, tradicionalmente vinculado a áreas de desarrollo económico o empleo, ha pasado a integrarse en una macro Conselleria que agrupa educación, cultura, universidades y empleo. Esta nueva estructura plantea el reto de a la visibilidad y el peso específico de la economía social dentro de un departamento con prioridades tan diversas y relevantes para la sociedad.

 

En este contexto, el presupuesto asignado a nuestra Conselleria para 2025 asciende a 7.599 millones de euros. De esta cantidad, la mayor parte se destina a educación primaria y secundaria (5.255 millones) y a la financiación del sistema universitario (1.094 millones). ¿El presupuesto destinado al cooperativismo y la economía social? 10.295.000€. La comparación de estas cifras deja en evidencia el limitado espacio político que ocupa el cooperativismo en la jerarquía de prioridades de esta Conselleria. En este nuevo esquema, el cooperativismo pierde peso político y visibilidad, lo que complica abordar los problemas con la profundidad y urgencia que requieren.

 

Por otro lado, y aunque la cifra de 10 millones puede parecer modesta en el conjunto del presupuesto, si nos comparamos con el resto del Estado Español, la Comunitat Valenciana se encuentra entre los territorios que mejor dotan las partidas dedicadas al fomento del cooperativismo y la economía social, lo que refleja la importancia de nuestro sector cooperativo. Respecto de 2024, el presupuesto incorpora una reducción de 360.000€, recorte que afecta principalmente a una partida destinada a proyectos estratégicos que, en los últimos años, no se ha podido ejecutar. El resto de las líneas presupuestarias se mantienen estables, lo que implica cierta continuidad en las políticas de apoyo al sector.

 

El grueso de este presupuesto se canaliza a través de ayudas directas a las cooperativas: más de 5 millones de euros se destinan a facilitar la incorporación de personas socias, y otros 3 millones a apoyar inversiones productivas. Estas líneas han demostrado ser herramientas eficaces para fortalecer el tejido cooperativo, aunque su impacto a largo plazo dependerá de su grado de ejecución y de su potencial para dar respuesta a los principales retos a los que se enfrenta el cooperativismo valenciano.

 

 

Presupuestos sin ejecución: el reto pendiente

 

Sin embargo, más allá de las cifras asignadas, hay una realidad que no podemos seguir ignorando: ninguna de las dos principales partidas destinadas al cooperativismo —las ayudas a la incorporación de personas socias y las ayudas a la inversión— se ha podido ejecutar íntegramente en los dos últimos ejercicios. El problema, por tanto, no radica en la dotación presupuestaria, sino en la ejecución de los fondos. Y cuando los presupuestos no se ejecutan, como hemos visto, acaban por retirarse y desapareciendo poco a poco.

 

Es legítimo preguntarse por qué ocurre esto. Una de las causas principales son las condiciones de acceso a las ayudas. Desde FEVECTA venimos reclamando una revisión profunda de los instrumentos de apoyo, con el objetivo de facilitar el acceso a las cooperativas y mejorar la eficacia de las políticas públicas. Nuestras propuestas se orientan a incentivar la inversión productiva, promover el relevo generacional y fomentar la creación de nuevos proyectos cooperativos innovadores y sostenibles.

 

Este año se anuncian nuevas condiciones para las ayudas, lo cual podría suponer un avance. Pero a estas alturas del calendario, la convocatoria aún no se ha publicado. Esta demora no es menor: limita la capacidad de planificación de las cooperativas y genera incertidumbre en un contexto que ya de por sí es complejo. Sin partidas específicas para apoyar a las cooperativas afectadas por la DANA, muchas de ellas cuentan con estas ayudas genéricas para recuperar la inversión productiva en sus negocios.

 

El segundo gran obstáculo es de carácter estructural: la gestión. Contamos con una administración pública garantista, como debe ser, pero necesitamos encontrar un equilibrio que permita una gestión más ágil y eficiente. Porque los presupuestos son importantes, sí, pero su gestión lo es aún más si aspiramos verdaderamente a desplegar todo el potencial de las partidas presupuestarias dedicadas al fomento cooperativo en favor de la sociedad y de la economía valencianas.

 

 

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Paloma Tarazona

Paloma Tarazona

Soy la directora de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA). Licenciada en Derecho y Máster en Dirección de Empresas, llevo 25 años trabajando en el ámbito del Cooperativismo y la Economía Social.

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