El tufting se ha puesto de moda como actividad social, de descompresión y ocio para conectar a jóvenes y adultos de entre 20 y 50 años de zonas urbanas

Inspirándose en el lema “haz alfombras, no la guerra”, un buen día Emilie Claude y Pierre-Simon Storder decidieron dar una vuelta de 180º a sus carreras profesionales y dedicarse al Tufting, una tendencia creativa creciente en Europa que está enganchado a jóvenes y no tan jóvenes, especialmente de zonas urbanas.

Pierre es licenciado en Bellas Artes y Emile, su mujer, es maestra de Educación Infantil, y al entrar en contacto con esta técnica vieron que podían aunar ambas disciplinas para poner en marcha un proyecto empresarial innovador y creativo con el que se sentían totalmente identificados.

El tufting es una técnica para tejer alfombras y aplicar en otros elementos de decoración (almohadas, bolsas de tela, pantallas de iluminación, asientos, etc.) que consiste en inyectar hilos en una tela base, utilizando una pistola llamada tufting gun. Se trata de toda una experiencia, como nos explica Pierre, cuando visitamos el taller que esta pareja belga ha abierto hace unos meses en el barrio valenciano de ‘La Saïdia’. “Las posibilidades son enormes, depende de la imaginación de cada uno”, reconoce.

"En nuestro taller de tufting, ofrecemos una experiencia artística única donde cualquier persona, sin necesidad de experiencia previa, puede diseñar y crear su propia alfombra personalizada. Guiados por expertos en un ambiente acogedor y creativo, proporcionamos todos los materiales de alta calidad y las herramientas necesarias para que cada participante transforme sus ideas en piezas textiles exclusivas. Además, nuestros cursos están diseñados para adaptarse a diferentes niveles de habilidad, fomentando la creatividad y ofreciendo una actividad recreativa enriquecedora en el corazón de la ciudad”, explica Pierre.

La afición por el tufting empezó a crecer durante el confinamiento motivado por la pandemia del Covid-19. “La gente empezó a tejer sus piezas, las grababa en video y las compartía en redes sociales”, recuerda Emilie. Ellos vieron cómo crecía esta afición, que califican de “adictiva y relajante”, y decidieron sacarla de la soledad de los hogares para convertirla en una actividad que ayudase a las personas a socializar y compartir vivencias.

Ahora, esta técnica se ha puesto de moda como una actividad social, de descompresión y ocio, convirtiéndose en una nueva tendencia urbana para jóvenes y adultos entre 20 y 50 años, que buscan actividades artísticas, creativas y manuales y, en general, para personas interesadas en el diseño, la decoración y el arte. Solo hace falta darse una vuelta por las redes sociales; en TikTok, por ejemplo, encontramos cientos de miles de publicaciones sobre el tema, nada menos.

Y, además de ser una moda, también se ha convertido en una forma de expresión artística, en la que encontramos colaboraciones con diseñadores, y una actividad para aliviar el estrés tan presente en nuestras vidas.

Tufting, vino y relaciones sociales

Esta cooperativa busca que cada vez más gente cambie la soledad y el individualismo y vuelva a mirarse a los ojos, a conectarse con las personas de su comunidad. Y, sobre esta idea de negocio innovadora, Emilie y Pierre han creado EP Custom rug, nombre comercial de una joven cooperativa de trabajo llamada Setazul Coop V, creada en 2024 bajo el paraguas del proyecto de emprendimiento en clave cooperativa InspiraCoop, liderado por FEVECTA y cofinanciado por el FSE+ y CEPES.

Su idea se basa no sólo en enseñar una técnica para tejer alfombras y elementos de decoración, sino que ofrecen toda una experiencia alrededor en un local amplio y versátil que les ha convertido en únicos en su sector. A ellos les gusta pensar que no ofrecen un servicio sin más, sino toda una experiencia. Con ese objetivo, en su tienda ofrecen talleres de diferentes niveles en los que durante dos horas y media enseñan la técnica del tufting, a la vez que los asistentes disfrutan de una copa de vino, canapés y una charla agradable con otras personas con inquietudes comunes.

“Para nosotros era superimportante que las personas que vengan a nuestro taller disfruten de la experiencia y compartan nuestros valores. No somos un grupo franquiciado, ni una empresa solo para hacer dinero. El dinero es importante para vivir, pero no es lo principal para nosotros”, aclara Pierre.

Su clientela es muy diversa, personas del barrio y otras que llegan de más lejos. Una parte proviene de la importante y estable comunidad internacional existente actualmente en la ciudad de València, de la que Emilie y Pierre forman parte. Personas que buscan echar raíces a través de entablar relaciones locales y de experiencias vivenciales como la que les ofrece EP Custom rug.

Además, EP Custom rug también es una tienda en la que poder adquirir los materiales necesarios para seguir haciendo tufting por tu cuenta una vez se conoce la técnica, así como todo tipo de artículos como tote bags, almohadas, alfombrillas, llaveros y otros artículos de regalo y decoración originales y exclusivos. Por allí pasan personas de todas las edades, jóvenes y no tan jóvenes. De hecho, personas mayores del barrio, mayoritariamente mujeres, que suelen coser y tejer, entran a la tienda, ajenas a su actividad real, atraídas por el colorido de los muchos ovillos de lana que se ven desde el escaparate y les compran, pensando que es una tienda tradicional, de las que en otro tiempo era habitual ver en las calles de la ciudad. Para ellos, es una manera también de conectar e integrarse en el barrio.

Más adelante, barajan organizar actividades infantiles, fiestas de cumpleaños e, incluso, actividades para clientes y de Team building para empresas. Su idea es seguir creciendo a través de colaboraciones con artistas locales y de talleres móviles, sacando su experiencia de aprendizaje del tufting al aire libre: mercadillos, la playa, el río Turia… “Estamos constantemente en evolución, escuchando lo que nos piden nuestros clientes”, comenta Pierre.

¿Empresa tradicional o cooperativa?

En un primer momento, Emilie y Pierre fueron a la Cámara de Comercio de València en busca de asesoramiento sobre su proyecto empresarial. Tenían en mente otra idea de negocio radicalmente distinta, relacionada con el cultivo de setas y la economía circular (de ahí el nombre legal de la cooperativa), pero allí comprobaron que iba a ser difícil ponerla en marcha por los muchos permisos que necesitaban. No se desanimaron y siguieron explorando opciones hasta llegar a su actual idea de negocio.

Un técnico de la Administración local les habló de la posibilidad de constituir la empresa como cooperativa de trabajo, una fórmula jurídica que, como asegura Pierre, ha resultado ser “muy recomendable como empresa familiar y la que estaba más cerca de nuestros valores”.

Este técnico les remitió entonces a FEVECTA para continuar con la constitución y puesta en marcha de la cooperativa. En la cooperativa han encontrado la fórmula que mejor encaja con sus valores y con su deseo de compartir con otros. En FEVECTA están recibiendo servicios de asesoramiento y mentoría gratuitos para acompañarlos desde las fases iniciales hasta su consolidación. Tanto Pierre como Emilie, se muestran agradecidos por el apoyo que ha supuesto contar con el equipo técnico de la Federación. “Nos han ayudado a organizarnos. Nosotros no conocíamos nada de la administración en general en España y con nuestro nivel de español inicial era todo muy complicado, así que con su ayuda hemos sabido qué hacer punto por punto, a nuestro ritmo y con una atención directa y personal. Sin la Fevecta habría sido imposible o tendríamos que haber pagado mucho en otra parte”, explican.

Te invitamos a ver la web y redes sociales de esta cooperativa:

Web: https://epcustomrug.com/

Instagram: @epcustomrug