15/04/2024 Paloma Tarazona
València, primera capital mediterránea de la Economía Social 2024
València es la Capital Española de la Economía Social 2024 bajo el lema ‘La economía con valores’. Y siempre que se anuncia la capitalidad de cualquier ciudad vinculada a algún movimiento o cuestión de actualidad, despierta, a mi pesar, la parte más cínica de mi conciencia para preguntarme si verdaderamente estos eventos anuales sirven para algo. Y, por supuesto, en el caso de la capitalidad valenciana de la economía social, no he podido evitar que el pequeño diablejo que todos llevamos agazapado tras nuestro hombro me susurre la misma pregunta. Así que me he puesto a pensar, porque cuando el diablo plantea debate, una no puede menos que entrar al trapo y hoy os traigo mis reflexiones sobre para qué puede (debe) servir al Cooperativismo de Trabajo que Valencia haya sido designada Capital de la Economía Social Española en 2024.
Empecemos por lo más obvio. La capitalidad valenciana de la economía social puede servir para poner en valor el cooperativismo valenciano en general y el de trabajo en particular, en el marco del Estado español. Es una oportunidad comunicativa única para mostrar la relevancia y el impacto que tiene este sector en nuestro territorio y darse a conocer como uno de los movimientos más antiguos y consolidados de todo el territorio nacional.
De hecho, el acto que tuvo lugar hace diez días en el Ayuntamiento de València, y con el que se dio oficialmente el pistoletazo de salida a esta Capitalidad, ha sido recogido por numerosos medios de comunicación. Todas las intervenciones que se produjeron y de las que se han hecho eco los medios coincidieron en destacar las múltiples, extensas y valiosas aportaciones del cooperativismo y la Economía Social como modelo económico que es “motor de importantes avances para disminuir la desigualdad en los sectores en los que participa”, “elementos vertebradores del territorio y como nexos del empleo y de la vida social, creando riqueza, cooperando y realizando una solidaridad efectiva, innovando tecnológica y socialmente, fomentando el emprendimiento colectivo y distribuyendo beneficios”; “un modelo diferente: feminista, inclusivo, sostenible, democrático"; "La economía social es una varita mágica que hace posible el sueño de muchas personas”; "La economía social es un auténtico orgullo de país, es marca España”.
Con palabras como estas pusieron en valor al cooperativismo y la Economía Social la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la alcaldesa de València, Mª José Catalá; el conseller de Educación, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, y los presidentes de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Juan Antonio Pedreño, y de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana (Concoval), Emilio Sampedro.
Pues bien, es importante aprovechar este tirón mediático también dentro de territorio valenciano. Es una oportunidad para salir de la relativa endogamia en la que vivimos. A las cooperativas se las conoce poco fuera del cooperativismo. El estudio que está realizando la Confederación en este marco nos dirá cuánto y cómo este conocimiento ha ido evolucionando a lo largo de los años.
La elección de Valencia como capital de la economía social proporciona, además, un marco único para propiciar el encuentro con cooperativas de otros territorios que acudirán a lo largo del año a los diversos actos y eventos que se celebren en la ciudad. En el mes de junio celebraremos un encuentro estatal del cooperativismo de trabajo y de enseñanza coincidiendo con las asambleas generales de FEVECTA, COCETA y UECOE; y en el mes de octubre se celebrará el congreso estatal de las cooperativas de enseñanza ’Educart’, organizado por UECOE. Estos encuentros promoverán el intercambio de conocimientos y buenas prácticas, fortalecerán las redes de contacto preexistentes e impulsarán la innovación en nuestro entorno.
Pero la economía social no es solo cooperativismo de trabajo, ni siquiera cooperativismo. Dentro de la economía social también se encuentran las sociedades laborales, los centros especiales de empleo, las empresas de inserción y otras realidades. La capitalidad es una oportunidad para construir puentes y espacios de encuentro con estas otras organizaciones y fomentar la cooperación y la construcción de proyectos comunes de futuro.
Por último, la posición del cooperativismo de trabajo frente a los poderes y a la administración pública puede verse reforzada gracias a la capitalidad. Es el momento de lanzar y retomar negociaciones y de conseguir avances relevantes en todos los ámbitos que son críticos para que el cooperativismo de trabajo valenciano pueda desplegar todo su potencial como generador de crecimiento económico, de vertebración territorial y social.
Nos preceden en la capitalidad de la economía social Teruel en 2021, Santiago de Compostela en 2022 y Donostia en 2023. Estas ciudades supieron aprovechar el tirón de sus nombramientos para poner sobre la mesa y bajo los focos asuntos que para el movimiento cooperativo local eran clave. En Teruel, se debatió ampliamente sobre la contribución de la economía social a la articulación del territorio y a la superación de los procesos de despoblación. En Santiago, la economía social aprovechó para fortalecer su presencia institucional frente a las instituciones públicas autonómicas. En Donostia, concluyeron su año de capitalidad con un manifiesto firmado por actores clave de la economía social en España y en Europa, que consolida el compromiso de mantener una fuerte presencia de los intereses de la economía social y el cooperativismo en la agenda de la política europea.
En 2024 nos toca a los valencianos encontrar y consensuar ese hilo conductor y esas cuestiones de especial relevancia estrechamente vinculadas a nuestra identidad que queremos impulsar en el año de nuestra capitalidad.
Parece, por tanto, que la capitalidad valenciana de la economía social en 2024 puede ser muy útil convirtiéndose en un impulso importante para avanzar en visibilidad, innovación, alianzas y reconocimiento. El potencial está ahí. Ahora ya depende de que el sector sepa aprovechar la oportunidad que se nos presenta.
Paloma Tarazona
Soy la directora de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA). Licenciada en Derecho y Máster en Dirección de Empresas, llevo 25 años trabajando en el ámbito del Cooperativismo y la Economía Social.
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